El gobierno local de Cerdeña declaró el domingo el estado de emergencia, debido a lo que describió como un “desastre sin precedentes”.
“Todavía no es posible estimar los daños causados por los incendios que aún siguen en el área de Oristano”, dijo el presidente de la región de Cerdeña, Christian Solinas, en un comunicado el lunes. “Vegetación destruida, negocios y hogares quemados y animales muertos”, agregó.
En una actualización el martes, el portavoz regional Ignazio Artissu dijo a CNN que actualmente estiman que se quemaron alrededor de 20.000 hectáreas, pero las autoridades todavía están evaluando los daños. Artissu dijo que la mayoría de los incendios se han apagado y que ahora se están concentrando en tomar las medidas necesarias para que no vuelvan a encenderse.