TIJUANA, BC 21 DE JULIO 2024.- La adicción de drogas entre adolescentes y jóvenes, es un problema de salud y es difícil de abordar en el seno familiar porque es un tabú para los propios padres, manifestó Matilde Barrios psicóloga certificada en tratamiento de adicciones y prevención en menores.
Para Matilde Barrios Ruiz especialista de “Unidos con Esperanza” A.C., el problema de adicciones a las drogas en este sector de la sociedad ha ido en aumento por tratarse de una ciudad fronteriza, colindante con California, donde se legalizó el consumo de marihuana.
“El hecho de que en California el consumo de la marihuana es legal, los adolescentes y jóvenes de Baja California creen que consumirla es normal, ellos creen equivocadamente qué no pasará nada”, expuso la especialista certificada tratamiento de menores de 12 a 17 años de edad.
Por ello, recomendó a los padres o tutores de los menores, acercarse a ellos, ganarse su confianza y atender cualquier señal de alerta en ellos, que puede ser desde el aislamiento social hasta la violencia.
Matilde Barrios lamentó que, en pleno siglo XXI, el tema de las adicciones todavía es un tema tabú entre las familias, ya que sienten pena de abordar el tópico de las drogas, y en México se manejaba que se trataba de un “vicio”, es una enfermedad.
La psicóloga señaló que, pese al cumulo de información en internet y redes sociales, hay desinformación en la propia familia y el trabajo de los padres o tutores hace que se genere un descuide sobre los adolescentes.
Con base a su amplia experiencia, la especialista señaló que los padres confunden el comportamiento propio de sus hijos con algo propio de la edad.
“Sí los padres ponen atención a la características o señales, sería más fácil identificar qué pasa con los adolescentes y jóvenes; les recomendamos conocer todo lo relacionado con de ritmo de vida de sus hijos ya que están en la frontera”, explicó.
Las adicciones afectan cualquier nivel socioeconómico y cualquier adolescente está en riesgo, más aún porque escuchan música con falsas hazañas o un estilo de vida determinado sobre ciertas personas, que incluye demasiado en ellos, indicó.
“Los adolescentes no tienen esa información, no investigan si es real, dicen que fulanito es famoso y siempre ha fumado y no le pasa nada”, expresó.
Para la especialista los padres o tutores deben tener mayor atención en la conducta de sus hijos y sus amistades, porque el consumo de alcohol y marihuana son las ventanas hacia otras drogas más más agresivas como pastillas, alucinógenos y metanfetaminas
Detalló que las características peculiares del consumidor de marihuana es que empiezan aislarse porque no quieren que vean los ojos rojos, parpados caídos y comienzan a mentir sobre su estado.
“Si es alcohol andan muy activos, el alcohol da para arriba, son platicadores efusivos, estas son características para llamar la atención de los padres”, insistió.
Advirtió que, si los padres dejan pasar esas alertas, una vez sabiendo que los adolescentes comenzaron a consumir, ya que les dicen solo fue una vez dos veces, el problema de sus hijos se volverá mayor.
“No hay excusa para no saber esta todo a la mano en internet; los padres dicen no tengo tiempo, pese a que hay audiolibros, platicas y talleres”.
Expresó que desde ahora hay casos de niños con 12 y 13 años, con el primer contacto con alcohol, ya que tienen amistades de mayor edad y convivir con ellos los hace sentirse más seguros y protegidos.
Insistió porque ello en la importancia de ampliar la comunicación, desarrollar la confianza, entender los cambios de época, de tiempo, porque “a veces nos quedamos con la mentalidad de nosotros de nuestra educación, no queremos es relevante que se acerquen con el muchacho qué se debe hacer”.
La especialista en terapia con adolescentes y jóvenes con adicciones, agregó
En base a mi experiencia, he trabajado en unidades de atención, clínicas y comunidades, no hay un dato especifico, es general.
La integrante de “Unidos con Esperanza A.C.,” dijo que por ello la agrupación decidió realizar talleres preventivos sobre la violencia y las adicciones en las escuelas públicas.
“Nuestro objetivo es contribuir a la disminución de los niveles de violencia en Tijuana y prevenir a las personas de los daños físicos, psicológicos y sociales que puede causar el consumo de sustancias psicoactivas”, concluyó.